La multitud de jóvenes en la playa de Copacabana en la JMJ Río 2013. Foto: Flickr Río JMJ 2013 (CC BY-NC-SA 2.0) |
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un momento
especial en el que la Iglesia Católica celebra a los jóvenes de todo el mundo. Fue
creada por San Juan Pablo II en 1984, aunque se cuenta oficialmente como la
primera la de 1986. Tiene dos formas de celebrarse:
La primera y más común ha sido la que se celebra localmente todos
los años en cada diócesis del mundo el Domingo de Ramos antes de la Semana
Santa.
La segunda, que es la que hemos visto alguna vez o la que se
va a celebrar dentro de poco en Panamá, es la que se celebra con un gran
encuentro internacional que preside el Papa y que se realiza en una ciudad
elegida por el Santo Padre y que usualmente se anuncia al finalizar la JMJ
internacional anterior. De estas últimas es de las que te voy a hablar ahora.
¿Qué se hace?
La primera vez que fui a una JMJ fue en el año 2000. Aún
recuerdo con cariño a San Juan Pablo II cuando, en la Plaza de San Pedro, dijo
en perfecto español: “Bienvenido a ti joven que has venido de Perú”. Se oyeron
unos pocos gritos y yo de la emoción me quedé con el grito ahogado. Me acuerdo
como si fuera ayer.
Por lo general, en una JMJ internacional hay dos momentos
marcados: Los primeros días que son previos a los agendados oficialmente se
llaman “Días de las Diócesis”. En estos días, los jóvenes llegan a diócesis del
mismo país donde se encuentra la ciudad para distintas actividades de
apostolado, ayuda y encuentro.
En el 2000 nos enviaron a una ciudad pequeña que se llamaba
Terni donde compartimos algunas actividades con unos eslovacos, algunos africanos
y otros muchachos de otros países. También hubo un gran concierto musical y
recuerdo que varios pudimos traernos de recuerdo las banderolas que adornaban
el lugar abierto donde se hizo.
Después de los días de las diócesis, sigue el evento en sí
que tiene tres tipos de actividades: las catequesis que suelen estar dirigidas
por obispos que hablan la misma lengua de los peregrinos y que centran su
reflexión en el lema que se propone en la JMJ.
En esta que viene de Panamá el
lema es "He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra"
(Lc 1,38). Esto quiere decir, en este caso, que las reflexiones en esta JMJ Panamá
2019 estarán centradas en la figura de la Virgen María como ejemplo para la
vida cristiana.
El segundo tipo de actividades es muy variado: En cada JMJ
los organizadores intentan ofrecer una agenda amplia en la que los jóvenes
asistentes puedan participar: conciertos, exposiciones, conversatorios,
actividades culturales, actividades de ayuda, actividades deportivas y un largo
etcétera. La idea es ofrecerles a los peregrinos distintas opciones para
ayudarlos a crecer en la fe.
El tercer tipo de eventos se refiere a los que preside el Papa
y al que asisten todos los peregrinos: la Vigilia del Santo Padre con los
jóvenes y la Misa final de la JMJ.
Aún recuerdo los 3 ó 4 millones de muchachos en la playa de
Copacabana en Río de Janeiro. Yo nunca había visto tanta gente junta en un
evento católico mundial. De verdad fue emocionante y fue increíble ver a los
polacos saltando y gritando de alegría cuando Francisco anunció que Cracovia
sería la siguiente sede.
También fue emocionante y es un recuerdo inolvidable ver la
cara de Benedicto XVI en Madrid, en el aeródromo de Cuatro Vientos. Se calculó
que éramos más de un millón de personas esa noche de agosto de 2011. Recuerdo
el rostro del Santo Padre sonriente, bajo el paraguas, esperando a ver si la
lluvia paraba. El nombre del lugar se hizo sentir. El viento sopló muy fuerte y por momentos algunas cosas volaban entre la gente.
Recuerdo la reflexión del Papa después de unos momentos de espera, tras decidir recortar grandemente las palabras que tenía preparadas e improvisando, algo que no solía hacer: Hoy hemos vivido una aventura, y la
mayor aventura para un joven es seguir a Cristo.
Un maestro el querido Benedicto.
Un maestro el querido Benedicto.
Pero mi recuerdo más feliz, más que el de Juan Pablo II en
el 2000, fue el mismo Benedicto XVI hablando en español en el Marienfeld en
agosto de 2005 en Colonia, Alemania.
Aún estaba fresca la partida de San Juan Pablo II, y más de uno habló de una JMJ "con dos Papas". Y Benedicto simplemente se lució.
Aún estaba fresca la partida de San Juan Pablo II, y más de uno habló de una JMJ "con dos Papas". Y Benedicto simplemente se lució.
La parte más bonita de su reflexión la dijo en castellano:
Solo los santos cambiarán el mundo. Solo los santos podrán transformar el mundo
en que vivimos.
No lo olvido y le doy gracias a Dios por ese viaje, el primero que hice para cubrir una JMJ.
No lo olvido y le doy gracias a Dios por ese viaje, el primero que hice para cubrir una JMJ.
Cada JMJ a la que he ido ha sido una gran experiencia: he
visto el corazón de los jóvenes vibrar con el Papa, el dulce Vicario de Cristo
en la tierra. Los he visto entusiasmados, felices.
He visto jóvenes optando por la vida religiosa o sacerdotal,
y también he visto chicos que han conocido a la persona con la que luego se
casarían.
He entrevistado obispos de primera, muy preocupados por la
salud espiritual de los jóvenes, muy cercanos a ellos y con las cosas muy
claras. He conversado con buenos sacerdotes y religiosas, con jóvenes que de
verdad quieren seguir al Señor. He visto gente de la Iglesia dejándolo todo por
anunciar el Evangelio.
Ahora, en la JMJ de Panamá, no estaré en el terreno pero sí
estaré en la cobertura desde Lima en Perú.
Las JMJs internacionales celebradas hasta ahora
La primera de este tipo se realizó en 1987 en Buenos Aires
(Argentina), la segunda en 1989 en Santiago de Compostela (España), la tercera
en 1991 en Czestochowa (Polonia), la cuarta en 1993 en Denver (Estados Unidos),
la quinta (que se celebró localmente en 1994) se dio internacionalmente en 1995
y se realizó en Manila (Filipinas).
En 1997 se realizó en París (Francia), la siguiente se
realizó en el gran Jubileo del año 2000 en Roma (Italia), siguió la de 2002 en
Toronto (Canadá), luego en 2005 fue el turno de Colonia (Alemania), después en
2008 se celebró en Sydney (Australia).
La siguiente se realizó en 2011 en Madrid (España), después
en 2013 se realizó en Río de Janeiro (Brasil), luego 2016 la de Cracovia
(Polonia) y la siguiente, que será del 23 al 28 de enero, tendrá como sede la
ciudad de Panamá en Panamá.
Aunque la de Panamá es la número 14 de las
celebraciones internacionales, es la XXXIV (34) porque en la cuenta que hace el
Vaticano también se consideran las celebraciones diocesanas locales.
Otros posts
0 comentarios:
Post a Comment