Sunday, January 6, 2019

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ): ¿Qué es, qué se hace y cuántas ha habido?

La multitud de jóvenes en la playa de Copacabana en la JMJ Río 2013.
Foto: Flickr Río JMJ 2013  (CC BY-NC-SA 2.0)
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un momento especial en el que la Iglesia Católica celebra a los jóvenes de todo el mundo. Fue creada por San Juan Pablo II en 1984, aunque se cuenta oficialmente como la primera la de 1986. Tiene dos formas de celebrarse:

La primera y más común ha sido la que se celebra localmente todos los años en cada diócesis del mundo el Domingo de Ramos antes de la Semana Santa.

La segunda, que es la que hemos visto alguna vez o la que se va a celebrar dentro de poco en Panamá, es la que se celebra con un gran encuentro internacional que preside el Papa y que se realiza en una ciudad elegida por el Santo Padre y que usualmente se anuncia al finalizar la JMJ internacional anterior. De estas últimas es de las que te voy a hablar ahora.

¿Qué se hace?

La primera vez que fui a una JMJ fue en el año 2000. Aún recuerdo con cariño a San Juan Pablo II cuando, en la Plaza de San Pedro, dijo en perfecto español: “Bienvenido a ti joven que has venido de Perú”. Se oyeron unos pocos gritos y yo de la emoción me quedé con el grito ahogado. Me acuerdo como si fuera ayer.

Por lo general, en una JMJ internacional hay dos momentos marcados: Los primeros días que son previos a los agendados oficialmente se llaman “Días de las Diócesis”. En estos días, los jóvenes llegan a diócesis del mismo país donde se encuentra la ciudad para distintas actividades de apostolado, ayuda y encuentro.

En el 2000 nos enviaron a una ciudad pequeña que se llamaba Terni donde compartimos algunas actividades con unos eslovacos, algunos africanos y otros muchachos de otros países. También hubo un gran concierto musical y recuerdo que varios pudimos traernos de recuerdo las banderolas que adornaban el lugar abierto donde se hizo.

Después de los días de las diócesis, sigue el evento en sí que tiene tres tipos de actividades: las catequesis que suelen estar dirigidas por obispos que hablan la misma lengua de los peregrinos y que centran su reflexión en el lema que se propone en la JMJ. 

En esta que viene de Panamá el lema es "He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38). Esto quiere decir, en este caso, que las reflexiones en esta JMJ Panamá 2019 estarán centradas en la figura de la Virgen María como ejemplo para la vida cristiana.

El segundo tipo de actividades es muy variado: En cada JMJ los organizadores intentan ofrecer una agenda amplia en la que los jóvenes asistentes puedan participar: conciertos, exposiciones, conversatorios, actividades culturales, actividades de ayuda, actividades deportivas y un largo etcétera. La idea es ofrecerles a los peregrinos distintas opciones para ayudarlos a crecer en la fe.

El tercer tipo de eventos se refiere a los que preside el Papa y al que asisten todos los peregrinos: la Vigilia del Santo Padre con los jóvenes y la Misa final de la JMJ.

Aún recuerdo los 3 ó 4 millones de muchachos en la playa de Copacabana en Río de Janeiro. Yo nunca había visto tanta gente junta en un evento católico mundial. De verdad fue emocionante y fue increíble ver a los polacos saltando y gritando de alegría cuando Francisco anunció que Cracovia sería la siguiente sede.

También fue emocionante y es un recuerdo inolvidable ver la cara de Benedicto XVI en Madrid, en el aeródromo de Cuatro Vientos. Se calculó que éramos más de un millón de personas esa noche de agosto de 2011. Recuerdo el rostro del Santo Padre sonriente, bajo el paraguas, esperando a ver si la lluvia paraba. El nombre del lugar se hizo sentir. El viento sopló muy fuerte y por momentos algunas cosas volaban entre la gente.

Recuerdo la reflexión del Papa después de unos momentos de espera, tras decidir recortar grandemente las palabras que tenía preparadas e improvisando, algo que no solía hacer: Hoy hemos vivido una aventura, y la mayor aventura para un joven es seguir a Cristo. 

Un maestro el querido Benedicto.

Pero mi recuerdo más feliz, más que el de Juan Pablo II en el 2000, fue el mismo Benedicto XVI hablando en español en el Marienfeld en agosto de 2005 en Colonia, Alemania.

Aún estaba fresca la partida de San Juan Pablo II, y más de uno habló de una JMJ "con dos Papas". Y Benedicto simplemente se lució.

La parte más bonita de su reflexión la dijo en castellano: Solo los santos cambiarán el mundo. Solo los santos podrán transformar el mundo en que vivimos. 

No lo olvido y le doy gracias a Dios por ese viaje, el primero que hice para cubrir una JMJ.

Cada JMJ a la que he ido ha sido una gran experiencia: he visto el corazón de los jóvenes vibrar con el Papa, el dulce Vicario de Cristo en la tierra. Los he visto entusiasmados, felices.

He visto jóvenes optando por la vida religiosa o sacerdotal, y también he visto chicos que han conocido a la persona con la que luego se casarían.

He entrevistado obispos de primera, muy preocupados por la salud espiritual de los jóvenes, muy cercanos a ellos y con las cosas muy claras. He conversado con buenos sacerdotes y religiosas, con jóvenes que de verdad quieren seguir al Señor. He visto gente de la Iglesia dejándolo todo por anunciar el Evangelio.

Ahora, en la JMJ de Panamá, no estaré en el terreno pero sí estaré en la cobertura desde Lima en Perú.

Las JMJs internacionales celebradas hasta ahora

La primera de este tipo se realizó en 1987 en Buenos Aires (Argentina), la segunda en 1989 en Santiago de Compostela (España), la tercera en 1991 en Czestochowa (Polonia), la cuarta en 1993 en Denver (Estados Unidos), la quinta (que se celebró localmente en 1994) se dio internacionalmente en 1995 y se realizó en Manila (Filipinas).

En 1997 se realizó en París (Francia), la siguiente se realizó en el gran Jubileo del año 2000 en Roma (Italia), siguió la de 2002 en Toronto (Canadá), luego en 2005 fue el turno de Colonia (Alemania), después en 2008 se celebró en Sydney (Australia).

La siguiente se realizó en 2011 en Madrid (España), después en 2013 se realizó en Río de Janeiro (Brasil), luego 2016 la de Cracovia (Polonia) y la siguiente, que será del 23 al 28 de enero, tendrá como sede la ciudad de Panamá en Panamá.

Aunque la de Panamá es la número 14 de las celebraciones internacionales, es la XXXIV (34) porque en la cuenta que hace el Vaticano también se consideran las celebraciones diocesanas locales.

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