La sociedad en la que nos ha tocado vivir ha endiosado el
sexo, lo ha colocado en un pedestal del que parece nunca va a caer, porque el
mundo de hoy idolatra, como ningún otra cosa, el placer.
Ojo, una aclaración antes de seguir: El placer no es malo.
Hay muchas cosas asociadas a él que son buenas, incluidas el sexo: hay placer
en comer, en descansar, en las relaciones sexuales, en muchas cosas. Y eso no
está para nada mal. El problema está en la búsqueda del placer por el placer, en
la persecución desenfrenada del placer por encima de todo.
En el mundo erotizado e hipersexualizado en el que vivimos,
el sexo se ha convertido casi en “deporte” y la pornografía en una de sus
expresiones lamentablemente más comunes y difundidas.
Podría escribir muchas cosas sobre la pornografía, que ahora
está a solo un clic de distancia, pero prefiero presentar algunas apreciaciones
del Arzobispo Emérito de Filadelfia, Mons. Charles Chaput, que en el año 2015 afirmó
con toda claridad que la pornografía es
una pandemia que destruye matrimonios y
hogares.
Por esos años no había coronavirus, pero ciertamente la pornografía ha irrumpido con todo su poder destructor desde hace mucho en las casas de infinidad de familias en todo el mundo.
Por esos años no había coronavirus, pero ciertamente la pornografía ha irrumpido con todo su poder destructor desde hace mucho en las casas de infinidad de familias en todo el mundo.
“La pornografía daña gravemente a las familias porque aísla a sus miembros creando obsesiones
sexuales privadas, lo que destruye la intimidad entre los esposos con
nociones de sexo ‘perfecto’ que no tienen nada que ver con los seres humanos
reales”, dijo Mons. Chaput en el Vaticano, cuando los obispos estaban reunidos para tratar del tema de la familia.
La pornografía, dijo el Arzobispo, “es un terrible engaño que roba la riqueza de la amistad sexual duradera
y plena entre el esposo y la esposa; y la sustituye con algo podrido que
nunca podrá alimentar verdaderamente el corazón humano”.
Mons. Chaput advirtió seriamente también que “la pornografía degrada lo mejor del espíritu masculino. Convierte a
los hombres en adictos a una especie de comida chatarra barata cuando las
mujeres verdaderas, con mentes y corazones reales, creencias y esperanzas, son
bastante más interesantes".
"La felicidad se construye a partir de la realidad, con sus problemas y alegrías, no sobre ilusiones. La pornografía no es sino mera ilusión”.
"La felicidad se construye a partir de la realidad, con sus problemas y alegrías, no sobre ilusiones. La pornografía no es sino mera ilusión”.
Un ejemplo de la tragedia que genera la pornografía en las personas, especialmente en los hombres aunque las mujeres también han ido cayendo en ella, es el testimonio del famoso actor Terry
Crows, conocido por sus películas de acción y por el comercial de Old Spice.
En el 2016 Crews contó cómo su adicción a la pornografía
hizo mucho daño en su relación con su esposa y explicó lo importante que fue para él y su matrimonio vencer este vicio que era su “secreto”.
Crews también pidió a las mujeres que sean valientes y confronten a sus esposos. “No pueden aceptar la pornografía en sus vidas”, dijo.
Crews también pidió a las mujeres que sean valientes y confronten a sus esposos. “No pueden aceptar la pornografía en sus vidas”, dijo.
La pornografía es un vicio peligroso, dañino y letal. No, no
es una exageración, para nada.
Si nunca has visto porno, no lo hagas. Si ya viste algo, no
vuelvas a ver. Si crees que no puedes dejarlo, entonces busca ayuda de un
psicólogo o un sacerdote, o de ambos, o de un psiquiatra si el asunto ya está en el camino o ya es una adicción.
La pornografía tiene como aliada en estos días a la tecnología y al hecho de que puede mantenerse efectivamente "escondida". Te sugiero entonces, para evitar caer en ella, que cuando uses algún dispositivo móvil, computadora o celular, lo hagas donde todos te puedan ver en tu casa. Así, por lo menos para cuidar las apariencias, será más difícil que accedas a contenido pornográfico.
Haz todo lo que esté a tu alcance para dejar este vicio que destruye todo a su paso.
La pornografía tiene como aliada en estos días a la tecnología y al hecho de que puede mantenerse efectivamente "escondida". Te sugiero entonces, para evitar caer en ella, que cuando uses algún dispositivo móvil, computadora o celular, lo hagas donde todos te puedan ver en tu casa. Así, por lo menos para cuidar las apariencias, será más difícil que accedas a contenido pornográfico.
Haz todo lo que esté a tu alcance para dejar este vicio que destruye todo a su paso.
Con la pornografía y las tentaciones sexuales se aplica el
sabio consejo de huir: Huye ante cualquier provocación de este tipo, reza y
alimenta así tu pureza, confíate y rézale a San José, maestro de esta virtud.
Los amigos que tienen la mala costumbre de compartir pornografía podrán decirte que eres cucufato, idiota, maricón y otras
cosas peores tal vez. NO INTERESA, no vale la pena ponerles atención. Aquí se aplica el viejo adagio que dice "a palabras necias, oídos sordos". Sí, bien sordos.
Esos insultos serán tu trofeo de guerra, serán la medalla al final de cada batalla ganada por tu bien y el de tu familia.
Al huir de la pornografía y de las tentaciones sexuales estás cuidando el
alma, la mente y el corazón.
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