Tuesday, March 26, 2019

Me divorcié: ¿Puedo ser padrino o madrina?

La respuesta rápida y simple a la pregunta es no. Ciertamente es necesario saber las razones, aquí te las explico.

Si una persona quiere ser padrino o madrina de bautismo o confirmación, debe tener por lo menos 16 años, no debe tener impedimentos para asumir este compromiso y, sobre todo, debe llevar una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir”.

Los requisitos los establece el Código de Derecho Canónico, que es la norma que rige a toda la Iglesia Católica. Los puedes ver AQUÍ.

¿Qué quiere decir esto de vida congruente con la fe y la misión? Quiere decir que debe haber una coherencia mínima indispensable entre la vida concreta del candidato y la fe católica que profesa o que se supone debería profesar.

Por lo tanto alguien divorciado o alguien que convive sin haberse casado ante Dios, u otra persona que tiene una situación irregular ante la Iglesia no puede asumir esta misión.

¿Por qué? Primero que nada porque va contra las reglas y las reglas o normas están hechas para regular las cosas.

Segundo y más importante, porque el divorcio y la convivencia, por nombrar algunos ejemplos, son situaciones de pecado que además pueden ser motivo de escándalo.

El divorcio va contra la promesa indisoluble que hicieron una vez un hombre y una mujer para amarse y respetarse hasta que la muerte los separe. Atenta además contra lo establecido por el Señor para que “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”.

De otro lado, la convivencia es una situación irregular en la que una pareja vive como si estuviera casada sin haber asumido pública y libremente la opción ante Dios de amar y respetar hasta la muerte al otro. No se ha dado el compromiso para siempre que sí se expresa en el matrimonio.

El padrinazgo es una misión muy importante que no puede y no debe reducirse a una mera cuestión de amistad con los posibles padrinos. No es una ocasión para comprometer a alguien de quien queremos recibir un beneficio. No es tampoco una relación que se establece para que luego el padrino “no se olvide de regalarle” algo al ahijado en su cumpleaños. No.

Ser padrino o madrina de alguien es asumir la misión de acompañar en la fe al ahijado, comenzando por el propio testimonio de vida cristiana que permitirá que el ahijado o la ahijada se acerquen cada vez más a Dios.

Esa es la misión. Cualquier otra cosa es una mera caricatura o desfiguración de lo que el padrino puede, debe y tiene que ser.

Otros posts

LA FIDELIDAD EN EL MATRIMONIO


0 comentarios:

Post a Comment