Tuesday, April 21, 2020

Coronavirus: Incertidumbre y decisiones difíciles


El tiempo que nos ha tocado vivir ahora con el coronavirus ciertamente presenta una serie de desafíos que son complejos y para los cuales no hay respuestas fáciles. Habrá quienes piensen que todo estará mejor en algún momento, habrá quienes crean que este es el comienzo del fin, y habrá otros que piensen de modo equilibrado, algo que no es sencillo de lograr, pero creo es a lo que tenemos que apuntar.

Cada uno tiene sus propias circunstancias y, si bien estas pueden variar de una persona a otra o de una familia a otra, quisiera aportar una breve reflexión con cinco pautas generales para afrontar mejor los días y meses que se nos vienen en el futuro próximo.

1.- Dialoga: Esta es la hora del diálogo que se hace más necesario que nunca. Si no tienes la costumbre de hablar con tu esposo, esposa, hijos o con los parientes o personas con quienes vives, pues este es un buen momento para comenzar. Nunca es tarde para el diálogo.

Puede sonar trillado, pero si no hacemos un acento en esto en esta época, será más difícil afrontar este tiempo que viene cargado de desafíos, retos, problemas y situaciones para las que no estamos preparados, considerando lo inédito de todo lo que está pasando y la cuarentena que ahora nos toca en muchos lugares del mundo, sin una fecha clara de finalización.

2.- Ayuda: Siempre, siempre, siempre habrá alguien que te necesite. Puede ser alguien tan evidente como tu esposo o hijos, o alguien en tu barrio, o un amigo o amiga a quien no ves hace tiempo, o alguien que está allí y que por distintas razones podría no pedir ayuda por temor, vergüenza o quién sabe qué cosa. La ayuda en estos días tiene muchas formas: una llamada, algo de dinero, alguna cosa que otra persona no pueda conseguir, medicinas, etc., etc., etc.  

3.- Aconseja y/o pide consejo: Esto podría estar en el marco de la sugerencia anterior, pero por las circunstancias creo que merecen estar aparte. Las decisiones de diversos tipos –como las económicas, las laborales o qué hacer con el colegio de los niños en edad preescolar (kínder)– que tenemos que tomar ahora, requieren pensar en frío, con calma y mirando a futuro para buscar lo mejor para nosotros y los nuestros.

Por lo complicado de las circunstancias, vale la pena buscar consejo o aconsejar ahí donde vemos que haga falta. No hace falta inmiscuirnos donde no nos llaman. No es esa la idea tampoco. Aconsejemos con prudencia y busquemos personas prudentes y sensatas para pedirles consejo.

Aquí una sugerencia mía, si tú y tu esposo o esposa mantienen cuentas separadas del dinero, tal vez este sea el momento de unirlo para tener un solo fondo. Te comparto lo que creo sobre esto: si los casados lo compartimos todo y lo damos todo de nosotros mismos en las relaciones sexuales que son la expresión más hermosa y plena del amor conyugal, ¿por qué no habríamos de compartir también la plata?

4.- Alienta: En estos días y debido a los muchos problemas económicos y de otros tipos que la cuarentena ha generado y sigue generando, es relativamente sencillo desalentarse y tirar la toalla o pensar que no habrá solución para algunas cosas. No sabemos a ciencia cierta si nos irá mejor o peor. 
A mí me anima mucho lo dicho por el buen Arzobispo de Los Ángeles hace unos días en su columna, hablando de Dios: “En algunos casos, Él está despojándonos de nuestras escuelas, de nuestros trabajos, de nuestros medios de vida, incluso de nuestra conexión física con nuestros seres queridos. Estas son las cruces que nos está llamando a cargar, así como él llevó su cruz por nosotros. Todos estamos sufriendo, todos estamos de luto. Entonces, necesitamos llevar nuestras cruces juntos con Jesús. Él nos despoja de aquello en lo que confiamos, para que nos apoyemos solo en Él”.

También resulta alentadora la reflexión del Cardenal venezolano Jorge Urosa, que hace unos días, animaba a que el ejemplo de San Damián de Molokai, el “Apóstol de los leprosos”, y de otros “sacerdotes, religiosos y laicos, héroes del Covid19, nos mueva a sentirnos más cerca de Dios, y a servir con generosidad a todos nuestros hermanos”.

5.- Reza: Hay muchas razones para la oración en estos días: podemos pedir por nuestras necesidades económicas, podemos pedirle sabiduría al Señor para tomar las decisiones complicadas, podemos implorarle al buen Padre que nos ayude a ser pacientes con los hijos que también sufren el encierro, podemos rogarle a Dios que acabe esta pandemia y que las cosas vuelvan a la normalidad. Podemos pedir mil cosas y agradecerle al Señor también todo lo bueno que tenemos.

Podemos rezar por los muertos, por los que están lejos de Dios, podemos rezar por muchas intenciones, cada uno tiene las suyas. Sean las que sean, recemos, levantemos el corazón al Señor para que Él lo tome en sus manos, nos transforme y nos ayude a ser lo que tenemos que ser. 

Yo les ofrezco mis oraciones y me confío con mi familia a las suyas.

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