Wednesday, May 27, 2020

¿La familia Iglesia doméstica está en cuarentena de fe?


Pues, sí y no. Sí porque allí donde las autoridades lo han establecido, aún no se puede salir de casa aunque ya en varios sitios hay algunas concesiones. Y no porque la familia NUNCA descansa, menos en el asunto de la fe. O no debería descansar en este asunto esencial.

En su catequesis del miércoles 27 de mayo, el Papa Francisco resaltó la importancia de enseñar a los niños a rezar, comenzando por hacer bien la señal de la cruz. “Enséñenles a hacer bien el signo de la cruz. Es la primera oración, para que los niños aprendan a rezar. Después, quizás, se pueden olvidar, tomar otro camino, pero aquello permanece en el corazón, porque es una semilla de vida, la semilla del diálogo con Dios”.

Es verdad que en estos días de confinamiento hay situaciones que pueden volverse complejas o que nos exigen ser creativos al máximo para no acabar asfixiados, agotados o apesadumbrados. 

Es verdad también que el confinamiento está generando una serie de repercusiones negativas en las personas a distintos niveles como el psicológico, pero también es verdad que lo fundamental en la vida de toda persona es el plano espiritual o religioso.

Eso lo tenemos que nutrir rezando, con nuestro ejemplo y enseñando bien a nuestros hijos. Somos los principales responsables de esa tarea. En mi casa hemos leído los Hechos de los Apóstoles y un libro sobre filosofía en donde también se habla de la fe. 

Y cuando el Papa ha alentado a una oración comunitaria, nos hemos sumado, como la que dirigió en la Plaza de San Pedro vacía al final de marzo. Lo que quiero decir es que son muchas las posibilidades y solo nos toca tomarlas.

Es cierto que no es igual ver la Misa que asistir a ella, pero eso es lo que nos toca por ahora. Puedo decir que después de dos meses y medio todavía me cuesta alistarme, prepararme y tener que encender la televisión para ver a un sacerdote celebrar y no poder confesarme ni comulgar. 

Extraño poder hacer eso y me da cierta tristeza, pero eso es lo que nos toca y por ahora no hay alternativa, al menos no donde vivo con mi familia.

Pronto podremos volver a las iglesias a encontrarnos allí con Jesús Eucaristía que nos aguarda y acompaña.

En esa línea de reflexión, quisiera comentar que, también el 27 de mayo, los obispos de Colombia publicaron un comunicado en el que señalan que, desde hace más de un mes han pedido al gobierno que les dejen reabrir las iglesias, con todos los protocolos de seguridad que sean necesarios para evitar el contagio y la propagación del coronavirus.

En el comunicado los obispos recuerdan el derecho que tiene toda persona al culto divino, algo que “no puede considerarse simplemente como una actividad social” ya que “la vida espiritual es esencial para que la persona humana logre la salud integral y la fortaleza de ánimo en estos tiempos difíciles”.

Los prelados de la querida Colombia resaltaron además que “el fortalecimiento de la vida interior es realmente un remedio contra la angustia y la incertidumbre generadas por la pandemia”. 

Ciertamente la fe nos sostiene y el culto nos alienta. Recemos para que pronto podamos volver a las iglesias en Colombia y el resto de nuestra querida América.

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