Desde
los primeros días de noviembre, cuando ya había pasado la vorágine comercial
del Halloween que parece que año tras año crece cada vez más, los medios de
comunicación y las grandes empresas nos bombardean con una cantidad brutal de
publicidad para comprar de todo por Navidad.
Le
decía a mi hijo mayor y se lo he ido diciendo varias veces en estos últimos
días, que la Navidad es el único cumpleaños donde el dueño del santo ha sido
literalmente expulsado de la celebración.
Nada
ni nadie habla del nacimiento de Cristo en estos días. Estamos en el año 2018
gracias a Él, Él fue quien salvó a todos los seres humanos del pecado y nos
abrió las puertas del cielo. Cristo es el gran ausente de la Navidad y a nadie
parece importarle.
Hemos
llegado a formulaciones políticamente correctas como “¡Felices Fiestas!”, para
evitar decir Navidad porque alguien podría sentirse ofendido. ¡Por favor!
Entonces,
después de esta breve reflexión-catarsis, quisiera darte algunas ideas para
celebrar bien la Navidad en familia, con los más pequeños.
1.-
Si tu hijo cree en Papá Noel o Santa Claus o cómo le llamen, podrías explicarle
con todo cariño y con toda reverencia que no existe y que quien le va a regalar
algo (que obviamente eres tú, querida madre o querido padre lector) es el Niño
Jesús que quiere compartir la alegría de su nacimiento con Él. Podrías
explicarle que el personaje surge con San Nicolás, que sí existió y que fue un buen obispo que cuidó a los más necesitados y que llevó a muchos a Dios.
2.-
No centres toda la atención en los regalos: los regalos no están mal, pueden
ser una ocasión de alegría pero no son lo esencial. Lo esencial tampoco son la
unión familiar, la paz o la armonía por si solos. Esos son algunos de los frutos
de la presencia real de Cristo en la vida de las personas. Entonces…
3.-
Haz lo posible para que tu Navidad y la de tu familia esté centrada en el
nacimiento de Cristo que, siendo Dios, se hace hombre para salvarnos a todos
los seres humanos de todos los tiempos. Por eso, reza, haz tu corona de
Adviento (todavía estás a tiempo), enséñales a tus hijos a darle gracias al
Señor, muéstrales con tu vida y con tus palabras que Él es el personaje central
de estas fechas hermosas.
4.-
No derroches: No está mal que hagas una cena más bonita que de costumbre, que
te afanes en los detalles o en buscar algo especial para los tuyos, está bien
porque es Navidad, pero no dilapides los bienes que Dios buenamente te da. Y si
puedes, ayuda a otros que tal vez no tienen la misma suerte que tú: algún
albergue, un lugar pobre, alguien de la calle. Tú sabes a quién podrías ayudar.
5.- Anda a Misa de Nochebuena o el mismo 25
en Navidad: Es la celebración más importante de estas fechas. Si puedes (que
sería lo mejor) confiésate y comulga. Si tus hijos ya hicieron la Primera
Comunión, ayúdalos para que también lo hagan ellos y lleguen todos preparados
para celebrar la mejor noticia: Dios, Cristo Jesús, se ha hecho niño, se ha
hecho hombre por amor a todos, para salvarnos a todos.
6.- Recuerda que al final del 25 de diciembre la Navidad no ha terminado. Los católicos celebramos la octava de Navidad que concluye con la Solemnidad de María Madre de Dios el 1 de enero. Y el tiempo de Navidad va incluso hasta el Bautismo del Señor que en 2020 se celebra el domingo 12 de enero.
6.- Recuerda que al final del 25 de diciembre la Navidad no ha terminado. Los católicos celebramos la octava de Navidad que concluye con la Solemnidad de María Madre de Dios el 1 de enero. Y el tiempo de Navidad va incluso hasta el Bautismo del Señor que en 2020 se celebra el domingo 12 de enero.
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