Papa Francisco: Foto: Gabriel Andrés Trujillo Escobedo (CC BY-SA 2.0) |
Quiero
compartirles algunas reflexiones sobre la exhortación apostólica del
Papa Francisco titulada “Querida Amazonia”, en la que el Santo Padre ofrece
su profunda mirada sobre la misión de la Iglesia en esta parte del mundo, luego
del Sínodo de Obispos realizado en Roma en octubre de 2019, un evento que pude cubrir
de principio a fin, incluso desde algunos días antes del mismo.
Creo
que es importante recordar algunos datos o hitos del evento que reunió a
obispos de nueve países amazónicos, representantes del Vaticano, así como
prelados y expertos de otras partes del mundo y, por supuesto, el Papa.
Las
reflexiones de los obispos se tradujeron en un texto o documento final donde se
hizo algunas propuestas al Pontífice. Probablemente las más controvertidas y
las que coparon el interés de la prensa y los fieles católicos de todo el mundo
fueron estos tres: la posibilidad de ordenar hombres casados (viri probati u
hombres de probada virtud) como sacerdotes, la posibilidad de tener diaconisas
en la Iglesia y la creación de un rito amazónico.
El
apoyo
de los obispos a estos tres temas fue grande, pero también fueron las
propuestas que más votos en contra tuvieron. Aquí les ofrezco las cifras: en
el caso de los sacerdotes casados hubo 128 votos a favor con 41 en contra, el
estudio de las diaconisas tuvo 137 votos a favor y 30 en contra; mientras que la
creación de un rito amazónico tuvo 140 votos a favor y 29 en contra.
Más
de uno, especialmente los que son considerados de la “izquierda” eclesial (uso
el término para intentar explicar mejor el tema, aunque las categorías de la
Iglesia no son políticas) esperaban que el Papa aprobara estos temas. ¿Y qué
pasó? Nada.
El
Papa escribió una exhortación muy bonita, muy clara, en la que comparte sus sueños
para la Amazonía y en donde ni siquiera menciona alguno de los tres temas,
aunque presentó oficialmente y pidió que se lea, el documento final que los
obispos le presentaron.
Sin
embargo y con mucha claridad, dos cardenales: Baldisseri, que el Secretario del
Sínodo de los Obispos; y Czerny; ambos importantes hombres en el Vaticano; y el
director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, hicieron una muy
clara precisión: el documento
final de los obispos NO es magisterio mientras que la exhortación apostólica o
documento del Papa Francisco SÍ lo es.
En
su exhortación, el Santo Padre no menciona los temas controvertidos sugeridos
por la mayoría de obispos del Sínodo pero parece referirse a ellos
indirectamente cuando recuerda la importancia del celibato, que los sacerdotes
varones son los únicos que celebran Misa y los obispos deben renovar su
pastoral vocacional en la Amazonia para que haya más presbíteros; y cuando advierte
que la mujer no se puede “clericalizar”, sino que su aporte debe darse
recordando que sin ella “se derrumba” la Iglesia.
Al
respecto de estos temas y los demás de la exhortación, este lunes 17 de febrero
ACI
Prensa publicó un excelente artículo sobre “Querida Amazonia”, escrito por el
Cardenal Jorge Urosa Savino, un sabio hombre que la Iglesia de Venezuela le
dio al mundo y que tiene un análisis
muy interesante y agudo de las reflexiones de octubre y, ahora, de la
exhortación del Papa Francisco.
El Cardenal Urosa
escribe, por ejemplo, que el reto más importante de
la Iglesia en la Amazonía es “evangelizar e inculturizar el Evangelio y la
Iglesia en esos pueblos, respetando sus culturas” y hace la siguiente pregunta:
“¿Por qué, en otras
épocas la evangelización de América Latina transformó y convirtió a pueblos
enteros, y produjo vocaciones en los pueblos indígenas y no ahora? Es una
pregunta que con humildad y valentía debemos plantearnos los obispos de las
Iglesias particulares amazónicas”.
El Cardenal también explica que el Papa
Francisco reconoce en el texto que “ordenar sacerdotes a buenos hombres casados
no es necesario. Hay otros caminos”.
El Arzobispo expresa su sorpresa por ver “algunos obispos y sacerdotes que opinan que la discusión y
propuesta de los sacerdotes casados y las diaconisas, siguen en pie; que el
silencio del Papa deja el asunto abierto. Es decir, no importa lo que haya
dicho el Papa, ni que haya expresamente omitido acoger esas propuestas del
Sínodo”.
“Esa es una actitud extraña, y poco prudente. Se
plantea así mantener sobre la vida sacerdotal del clero diocesano una
incertidumbre, inseguridad y controversia nociva, inclusive en regiones muy
distantes de la Amazonia y sin la razón de la carencia de vocaciones”, advirtió.
El Cardenal Urosa tiene las cosas claras y ciertamente está
en consonancia con el Santo Padre: el celibato se mantiene en la Iglesia, no
hay diaconisas ni rito amazónico y, si hace falta sacerdotes en la Amazonia,
los obispos tienen que mejorar su pastoral vocacional para que el Señor envíe
más obreros a su mies.
El reto no es fácil pero allí está, y se
necesita que los obispos y los laicos involucrados estén a la altura.
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