Fui
con mi esposa al cine a ver esta película y debo decir, para comenzar, que nos
gustó mucho.
La película, basada en una historia de la vida real, si bien es
predecible, está muy bien actuada y ciertamente le hace a uno pasar un buen
rato por la gran cantidad de detalles que ensalzan la naturaleza humana
orientada a la bondad, la verdad y la belleza, esas virtudes que son también alentadas
por la buena música.
Ciertamente
hay también un acento en más de una cosa negativa, pero el saldo es
notoriamente positivo.
No
me sorprende que tenga varias nominaciones a los premios Oscar, pero no creo
que gane como mejor película porque los miembros de la academia deben estar
sufriendo con la corrección política para decidirse entre Black Panther y Roma;
pero de eso no voy a hablar ahora.
Una
amistad sin fronteras muestra a Tony Lip o Tony Vallelonga, interpretado por
Mortensen, un padre de familia de origen italiano que vive en el Bronx en Nueva
York. Sin llegar a ser un delincuente, no se hace mucho problema en hacer
algunas cosas al filo de la ley para mantener a su esposa y sus dos hijos. Con
sus maneras toscas, sin embargo, queda claro que es un hombre de buen corazón.
Mahershala
Ali, por su parte, da vida al Dr. Don Shirley, un magnífico y solitario pianista
que decide hacer una gira en una región de los Estados Unidos donde el racismo
predomina en la década de 1960. Para hacer este tour como su chofer y para
librarlo de cualquier eventual “problema” por ser negro busca la ayuda de Tony.
La
cinta muestra las diferencias y los desencuentros entre ambos, pero también
cómo poco a poco surge una amistad en la que cada uno ofrece lo mejor de sí al
otro, donde no importa lo que digan los demás sino lo que hay en el interior de
cada cual.
En
estos tiempos de sociedades polarizadas, de prejuicios y odios irracionales, la
película es una brisa de aire fresco ante los conflictos innecesarios, ante las
rencillas tontas que nos embotan el corazón.
Además,
la cinta es bastante divertida gracias al gran Mortensen que hace que uno se
ría a carcajadas.
Vayan a verla, se van a divertir y van a salir contentos. Por cierto, la cinta no es para niños pequeños. Tal vez con 12 años o más, según mi humilde opinión, ya podrían entenderla.
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