Monday, January 28, 2019

Se acabó la JMJ Panamá 2019 ¿Y ahora qué nos toca hacer?

El Papa y voluntarios. Flickr JMJ Río 2013
El domingo 27 de enero la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019 concluyó con una gran Misa celebrada en el Campo San Juan Pablo II a la que asistieron, según indicaron los organizadores, 720 mil jóvenes.

Algunos ya iniciaron el regreso a casa y otros se quedaron unos días más para hacer turismo. En cualquier caso, todos vuelven a sus lugares de origen cargados de experiencias, vivencias, recuerdos, historias y más. Todos regresan y la pregunta que cae por su propio peso es: ¿Y ahora qué sigue? ¿Qué nos toca hacer?

En la Misa de clausura de la JMJ, el Papa Francisco les dijo a los jóvenes que no son el futuro de la Iglesia sino su presente, son “el ahora de Dios”.

“No mañana, ahora, porque allí, ahora, donde esté su tesoro allí estará también su corazón; y aquello que los enamore conquistará no solo vuestra imaginación, sino que lo afectará todo. Será lo que los haga levantarse por la mañana y los impulse en las horas de cansancio, lo que les rompa el corazón y lo que les haga llenarse de asombro, de alegría y de gratitud”, dijo el Santo Padre.

El Papa no es ningún tonto. Sabe perfectamente que lo que les pide a los jóvenes de hoy no es sencillo, considerando que son muchos los retos de la sociedad actual. Sin embargo, el querido Francisco sabe y quiere que los jóvenes también tengan claro como él lo tiene claro: que con Cristo todo se puede.

Eso tampoco es fácil de creer, pero ciertamente es una experiencia que se conoce o se entiende, cada día un poco más, solo si miramos la vida y a las personas con los ojos de la fe.

El Papa también ha dicho algo sobre la forma en la que se debe afrontar la vida con los hermanos, recordando que el otro es mi prójimo y no un extraño. “El prójimo es rostro que incomoda hermosamente la vida porque nos recuerda y pone en el camino de lo verdaderamente importante y nos libra de banalizar y volver superfluo nuestro seguimiento del Señor”, dijo el Pontífice en la casa hogar El Buen Samaritano, donde se acoge a enfermos de sida en Panamá.

Ante el prójimo, toca interesarnos y salir al encuentro, porque “la indiferencia también mata” y no podemos darnos el lujo de ser indiferentes. Ya no.

Francisco también animó a los jóvenes a ser protagonistas de la historia, a acoger el llamado de Dios y responder con valentía como hizo María ante el anuncio del ángel. “Hágase en mí según tu palabra”. Nada fácil, la verdad.

En cada jornada mundial de la juventud, los Papas renuevan su confianza y su apuesta por los jóvenes. Conocen del buen corazón y del hambre de ideales que tienen. Pero esta apuesta no es solo para ellos.

¡Qué distinto sería el mundo si cada católico, cada persona de buena voluntad decidiera guiarse por el amor auténtico, ese que exige sacrificio, entrega y renuncia¡ Ese que no quita nada, sino que lo da todo, como decía el buen Benedicto XVI.

Es cierto que la Iglesia está golpeada, desprestigiada, vilipendiada. La han pateado y la patean en el suelo cada vez que aparece un nuevo caso de abusos sexuales. El festival mediático en su contra la hace puré. Por eso el Papa ha llamado a los obispos de todo el mundo para tratar el tema (Puedes ver mi comentario aquí).

Y la apuesta por el futuro sigue, porque las circunstancias no cambian el horizonte ni un milímetro. Para nada.

No es fácil asumir las riendas de la vida con coraje. Nunca lo ha sido, pero ciertamente en ello se juega buena parte del futuro, buena parte del ahora de la historia que nos apremia, que toca a la puerta todos los días con un reto nuevo.

“Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre, entraré y cenaré con él y él conmigo”, dice el libro del Apocalipsis.

¿Y tú, qué vas a hacer?


Otros posts



ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA: DESAFÍO URGENTE DE LOS OBISPOS Y EL PAPA FRANCISCO 




0 comentarios:

Post a Comment