Saturday, February 16, 2019

Green Book: Una amistad sin fronteras

Fui con mi esposa al cine a ver esta película y debo decir, para comenzar, que nos gustó mucho. 

La película, basada en una historia de la vida real, si bien es predecible, está muy bien actuada y ciertamente le hace a uno pasar un buen rato por la gran cantidad de detalles que ensalzan la naturaleza humana orientada a la bondad, la verdad y la belleza, esas virtudes que son también alentadas por la buena música.

Ciertamente hay también un acento en más de una cosa negativa, pero el saldo es notoriamente positivo.

No me sorprende que tenga varias nominaciones a los premios Oscar, pero no creo que gane como mejor película porque los miembros de la academia deben estar sufriendo con la corrección política para decidirse entre Black Panther y Roma; pero de eso no voy a hablar ahora.

Una amistad sin fronteras muestra a Tony Lip o Tony Vallelonga, interpretado por Mortensen, un padre de familia de origen italiano que vive en el Bronx en Nueva York. Sin llegar a ser un delincuente, no se hace mucho problema en hacer algunas cosas al filo de la ley para mantener a su esposa y sus dos hijos. Con sus maneras toscas, sin embargo, queda claro que es un hombre de buen corazón.

Mahershala Ali, por su parte, da vida al Dr. Don Shirley, un magnífico y solitario pianista que decide hacer una gira en una región de los Estados Unidos donde el racismo predomina en la década de 1960. Para hacer este tour como su chofer y para librarlo de cualquier eventual “problema” por ser negro busca la ayuda de Tony.

La cinta muestra las diferencias y los desencuentros entre ambos, pero también cómo poco a poco surge una amistad en la que cada uno ofrece lo mejor de sí al otro, donde no importa lo que digan los demás sino lo que hay en el interior de cada cual.

En estos tiempos de sociedades polarizadas, de prejuicios y odios irracionales, la película es una brisa de aire fresco ante los conflictos innecesarios, ante las rencillas tontas que nos embotan el corazón.

Además, la cinta es bastante divertida gracias al gran Mortensen que hace que uno se ría a carcajadas.

Vayan a verla, se van a divertir y van a salir contentos. Por cierto, la cinta no es para niños pequeños. Tal vez con 12 años o más, según mi humilde opinión, ya podrían entenderla.

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